Cosas de mayores

He de reconocer que el día de hoy ha sido un poco (bastante) estresante. Nunca me imaginé que eso que hemos visto alguna vez hacer a nuestros padres alguna vez en la vida, tuviera tanta complicación: en efecto, me refiero a amueblar una cocina.

Qué complicado es quedar casi al mismo tiempo con el tio de la piedra de la encimera, y que, en el tiempo que estás en ese apartamento tan frío, llegue también el de los muebles para terminar de rematar. Pues no, ¿para qué van a ir a la vez? Y que se conozcan.....

Menos mal que, aparte de llevarte entretenimiento para las largas horas de espera (llámense apuntes de "Sistema Financiero Español"), y que, cada vez que te asomas al ventanal, están los obreros de la obra de enfrente, mirándote, tirándote besitos, y saludándote. La verdad, es que te hacen la espera bastante más amena, jejeje.

En fín, que todos, tarde o temprano, pasamos por esta etapa de nuestra vida. Espero que vuestras cocinas no os den tánta guerra como ésta. Y aún no está acabada.....

Besitos a todos los futuros dueños de pisos o casas, y en especial, a la fan núemro 1 de IKEA (Besitos Olga).