Agobiada
No sé por qué un tema tan bonito pudiese llegar a dar tanta guerra. Me encuentro en un gran dilema moral del cual no sé cómo solucionarlo.
Estas navidades, mi nene me hizo uno de los regalos más emotivos que se pueden regalar: una propuesta de vivir juntos, pero yo sólo pensaba eso, que era un propuesta para el futuro: no sabía que se la quisiera hacer efectiva tan pronto.
Hace una semana, exactamente el día 7 de Abril de 2007, me lo volvió a decir, pero esta vez mucho más en serio, acompañado todo por unas frases tan bonitas, que me hicieron llorar en medio de un pub. Fué precioso, pero también agobiante, porque no sé qué hacer.
Por un lado está él, pero por otro están mis padres, a los cuales creo que este tema no les haría mucha gracia, de hecho, mi hermana pasó por esta situación (aunque no llegó a hacerse efectiva) y yo viví todo ese momento: la situación era insostenible: llegaron a hacerle tal guerra psicológica que la pobre se tiraba todo el tiempo renegada y llorando. No era la misma, y yo por más que intentaba hablar con mis padres para intentar que cambiasen de idea, no lo conseguí, ni yo ni mis tías, con las cuales tenemos apoyo incondicional.
Yo sé que para mi nene, la convivencia es indispensable, pero a mí cada vez me entran más los miedos por si, llegada la hora de pasar al matrimonio, no me ilusionase, por si diese igual ya todo.
Llevo dándole vueltas toda la semana a lo mismo, y sé que para la gente puede que sea un tema sin importancia, pero para mí sí que la tiene.
Me vendrían bien todos los puntos de vista que me pudiese aportar la gente. Muchos besos y hasta pronto.
Estas navidades, mi nene me hizo uno de los regalos más emotivos que se pueden regalar: una propuesta de vivir juntos, pero yo sólo pensaba eso, que era un propuesta para el futuro: no sabía que se la quisiera hacer efectiva tan pronto.
Hace una semana, exactamente el día 7 de Abril de 2007, me lo volvió a decir, pero esta vez mucho más en serio, acompañado todo por unas frases tan bonitas, que me hicieron llorar en medio de un pub. Fué precioso, pero también agobiante, porque no sé qué hacer.
Por un lado está él, pero por otro están mis padres, a los cuales creo que este tema no les haría mucha gracia, de hecho, mi hermana pasó por esta situación (aunque no llegó a hacerse efectiva) y yo viví todo ese momento: la situación era insostenible: llegaron a hacerle tal guerra psicológica que la pobre se tiraba todo el tiempo renegada y llorando. No era la misma, y yo por más que intentaba hablar con mis padres para intentar que cambiasen de idea, no lo conseguí, ni yo ni mis tías, con las cuales tenemos apoyo incondicional.
Yo sé que para mi nene, la convivencia es indispensable, pero a mí cada vez me entran más los miedos por si, llegada la hora de pasar al matrimonio, no me ilusionase, por si diese igual ya todo.
Llevo dándole vueltas toda la semana a lo mismo, y sé que para la gente puede que sea un tema sin importancia, pero para mí sí que la tiene.
Me vendrían bien todos los puntos de vista que me pudiese aportar la gente. Muchos besos y hasta pronto.
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