ADIOS

Mi fuente agria…. ha muerto. Ya no pudo más. El transcurso de las tecnologías, la mano del hombre, las máquinas que perforaban la tierra, acabaron con su vida.

Ya no podré ver a mis hijos hacer esos gifos y muecas que yo hacía de bebé cuando probaba su agua, ya no cambiaré todos los meses el biberón porque su hierro lo ha oxidado. Ya no me saciará en mitad del camino cuando vaya con prisas.

Ya no será lo mismo. Cuántas veces habré quedado en sus escalones, mis años de juventud se quedaron junto a ella. Cuántas horas hice cola para abastecerme con su líquido preciado, conversaciones en sus filas, tardes de sábado a su lado con una simple bolsa de pipas o un helado en el verano.

Ya no volverá a ser lo de antes, y todo porque a los que llaman gestores del pueblo no supieron decir no. Malditos edificios de lujo ó futuristas, tantas plantas de sótano destinadas a aparcamientos. Nunca se tuvo que dar permiso a tal brutalidad, nos han dejado sólo con un recuerdo, el recuerdo más bonito de nuestras vidas. Nos han dejado sin una parte de este pueblo, nos han dejado sin nuestra fuente agria. Y el cielo se dió cuenta, y lloró todo el día por ella...

Adiós preciosa, y gracias por todo. Siempre te recordaremos.

D.E.P.