¿ES LO QUE PARECE?

Pues parece ser que sí. Esculpidas en caliza, con una altura de 177cms. (más grandes que yo...), son un fragmento de una estatua enorme procedente del templo del Dios Min de Coptos, donde estuvo emplazada junto a otras dos piezas del mismo tipo como mínimo. Pertenecen al periodo predinástico tardío (hacia 3150 a.C.), y los podemos contemplar en el Museo Ashmole, en Oxford.

Estos ejemplares más antiguos de la plástica monumental en los templos, muestran ya a la divinidad con el "falo" (por no decir otra cosa...) erecto.

La siguiente imagen pertenece al mismo Dios, esta vez algo más entero. Es una estatua de unos 17.50cms. y tampoco deja nada que desear... Creo que es obvio por qué es el Dios de la Fertilidad... ¿o hay que explicarlo?

Mäs de uno debería encomendarse a este dios, aunque los hay que me parece a mí que ya lo hicieron hace tiempo....

Espero que os haya gustado esta imagen tan graciosa. De vez en cuando intentaré poner curiosidades sobre Egipto, que me han dicho que no soy la única a la que le apasiona este tema.

Besitos a todos....

Fín de Semana

Este fín de semana estuve con mi muñequito, en Almadén. No ha estado mal. Me ha cuidado, y mucho: cuando llegué, me había comprado Trina Limón sin gas, Acuarios, dos botes de Nestea, queso tierno, chuches, .... Como iba malita...

Y además, muchas mantas, para que no pasase frío. Y para una vez que me cabreo porque estaba muy sensible con los olores y toda la casa me olía a la gata de su compañera (dándome arcadas), él intentó solucionarlo quitándose el pijama y poniéndose otro, y pulverizando su desodorante por toda la habitación. Hizo lo que pudo, pero era tal la mezcla, que se me revolvió el estómago, pero no le dije nada porque sabía que era con buenas intenciones... (Si me lees, no te preocupes, ya nos haremos con un buen absorbeolores...).

En fín, que todo fué casi perfecto. Yo también lo he mimado mucho, sobre todo con las comidas. Y lo más importante: se acordó del día que me pidió ser su novia formal (cosa que yo no daba importancia, pero según él, ese sí que era una fecha mucho más importante que la de pedirme rollo). Así que la apunté muy bien en mi memoria: 27 de Noviembre de 2005.

Me ha dado mucho pena irme, de hecho él tampoco quería que me viniese, pero no puedo faltar a mis obligaciones. Además, siempre queda tiempo para que me haga una buena pregunta, a la cual, sinceramente, dada la importancia de la misma, en estos momentos no sabría qué responder, porque cabeza y corazón llevan rumbos distintos en mí.

Bueno, pues ya es lunes, y el viernes lo volveré a ver, ¡¡qué prontito!! Así que ya vamos contando las horas para estar el uno con el otro.... Y esto, se lo dedico:

Odisea en el Hospital nuevo de Ciudad Real

Ayer visité por primera vez el hospital nuevo de Ciudad Real, concretamente la zona de Urgencias.

Tras haber vomitado algo así como 7 veces en menos de una hora, y por supuesto, no siendo consciente de mis actos, llegó mi padre a mi facultad a por mí, obviamente porque lo llamé en mi segunda visita al servicio. Dice que parecía un muñeco diabólico: completamente blanca con ojeras negras.

Bien, una vez llegamos al nuevo hospital sobre las 13:15, tras tres vomiteras más en una bolsa dentro del coche, llegamos a urgencias. Allí, un celador me trajo amablemente una silla de ruedas para que me sentase, y gracias a dios me pasaron pronto, porque no paraba. Dentro de urgencias, las enfermeras me miraban raro (creo que porque casi no tenía ni fuerzas para aguantar ni la bolsa). Una vino corriendo, me metió en un box, me quitaron la ropa de cintura para arriba, me pusieron una bata muy mona (blanca con lunares rojos, vamos, pa irma de feria...), y me tumbaron en una camilla. Recuerdo (porque se me iba la cabeza) que me hicieron algunas preguntas, de las cuales sólo me acuerdo de dos o tres. Intentaron pincharme para hacerme una analítica sin éxito. De modo que probaron con mi mano izquierda obteniendo una miseria. A veces me pregunto si estaré viva...

Después de pedir refuerzos a otra enfermera para que me pusieran una vía, y teniendo compresores por los dos brazos, decidió ir un poco a la aventura: ella, pidiéndome permiso y muy amable, todo hay que decirlo, metió la aguja y fué moviendo hasta encontrar petróleo. Parecía más desesperada que yo, pero teniendo en cuenta que mis venas son finas y las cabronas encima están escondidas, la verdad es que hay que darle un premio a la enfermera...

Me chutaron una bolsa de suero y una banderilla para cortarme los vómitos, y a eso de las 16:30 una celadora me llevó de ruta turística en camilla por medio hospital camino de rayos. Estaba chulo, por primera vez me han hecho dos radiografía de torax y abdomen con RADIOGRAFÍA DIGITAL: eso de verte las tripas y los huesos por windows media es flipante.

Creo que cuando me llevaron a rayos empecé a ponerme peor: eso de ver a un tio recién traido de un accidente conectado a una máquina, otro desangrándose, otro chillando, una abuela diciéndome cosas desde la camilla de al lado con su bolsa de transfusión (más sangre) encima mío.... desastroso. Gracias a dios que vino mi amiga la celadora (ya se aprendío hasta mi nombre) a por mí.

Me volvieron a meter en el box (el número ocho, para chicas), con una rumana o sepa dios qué al lado que no paraba de ver mi bolsa de suero, a la cual le quedaba como media hora. Después vino el médico a verme y como vió que tenía mejor cara me dió a elegir entre agua, un yogur ó suero. Yo pensé "¿Suero? este no quiere que me vaya", de modo que, como tenía la boca seca, opté por el agua. Lo que no sabía es que me tenía que durar tanto: la enfermera me dijo que un tragín cada 5 minutos, menuda castaña. Me levantó la camilla para que me incorporase (después de hacer un cursillo rápido de entendimiento porque la camilla era nueva) y me dejó allí otro rato.

A eso de las 18:30, volvió el médico para ver cómo estaba, porque los análisis y las radiografía estaban bien, y me dió a elegir otra vez: un yogur o irme a casita. Eso no se pregunta "Me quiero ir a casa", de modo que llamó a la enfermera para que me quitase la vía, y me dejase lista. La pobre no quería quitármela porque como le había costado tanto ponérmela... Me quitó las barandillas de la camilla y me la bajó para que pudiera bajarme. Mi padre me ayudó a vestisme pues yo no tenía ni fuerzas para ello y nos fuimos, con tan mala suerte que nada más salir, les volví a dejar un regalito en la puerta: otra vez vomitando. Así que otra vez fuimos para dentro. Salió el médico y me dijo que me volviese a observación, pero le dijimos que me diese una bolsa, que me quería ir a casa. Me dió una bolsa y un sobre de suero, pero no volví a vomitar: eso fué del cambio de temperatura y al movimiento, pues me había tirado algo así como 5 horas y media tirada en una camilla.

Vamos un día de perros, aunque bueno, es una experiencia más porque es la primera vez que me ponían una vía y que me daban vueltas en camilla.

Este virus, también lo pilló ayer mi madre y hoy mi hermana. Puede ir acompañado de diarréa, de modo que tened mucho cuidado.

Yo por fín he podido comer hoy algo: una tortilla francesa, que me ha venido de bien... Y es que me tengo que recuperar ya mismo porque tengo un viajecito pendiente para este sábado, lo más parecido a una reconciliación, y no puedo faltar a la cita.

Muchos besos a todos, y espero no faltar al llamamiento del viernes con Gwiyath, Shalott, Ondoveo y Marius.

San Valentín: ¿Día de los Enamorados ó Día Comercial?

Es cierto que es un día al que preceden otros de compra compulsiva. Es un ranking para ver quien hace el regalo más caro ó el más bonito. Sí, se podría decir, y de hecho hay quien lo ha demostrado, que el 14 de Febrero, San Valentín, se lo inventó el dueño de unos grandes almacenes. Pero, ¿y qué?

A todos en el fondo nos gusta este día, nos llena de ilusión y esperanza. ¿Quien no ha esperado en el instituto que le llegase una cartita de algún compañero/a, que nunca se atrevió a decir nada a la cara? ¿Quien no ha esperado, ansioso, al cartero por si había correspondencia especial? O las amas de casa, que anelan que de repente llamen a la puerta, y, al abrirla, se encuentran con el chico de la floristeria que va a entregarle un precioso y maravilloso ramo de rosas.

Y más nos gusta este día si tenemos junto a nosotros a nuestro enamorado/a: alguien a quien dar y de quien recibir amor y cariño.

Como ya he mencionado, hay gente que cree que este día hay que regalar algo enorme o que tenga un valor económico considerado. Cumplir, cumplen. No se olvidaron del día. Pero los verdaderos enamorados utilizan su ingenio, y sobre todo, su corazón: una simple carta, o incluso una presentación con el ordenador puede hacer feliz a alguien. Y estrujando un poco más la imaginación, pueden llegar a triunfar preparando la noche perfecta con una cena casera (ó del McDonalds por poner un ejemplo), bajo una ténue luz, y una buena película. Todo depende de los medios.

Lástima que haya gente que se considere tan lista y tan inteligente, y deje pasar estos pequeños detalles, pasando a formar parte del grupo de materialistas que piensan que el mejor regalo se compra.

A mí, personalmente, me gustaría disfrutar del romanticisco de mi pareja, pero creo que es demasiado práctico, y yo, demasiado soñadora.

Sin nada más que decir, espero que disfruteis de este día tanto como a mí me hubiese gustado disfrutarlo, en compañía y no sola, y que las flechas de Cupido no os hagan demasiado daño.

Muchos besos y hasta pronto.

"Síndrome Gay"

Eso es lo que parece tener el perro según el veterinario. Al parecer ese síndrome conlleva una ansiedad producida porque se siente solo, agobiado y encerrado, y le da por llorar todo el día reclamando atención, hasta el punto que está destrozando literalmente la alambrada con las patas, las cuales las tiene con heridas.

El problema da pena en sí, pero el nombrecito.... ¡¡Se han pasao!!, porque que yo sepa, los gays no están más deprimidos que una persona heterosexual.

Día de reflexión

Se acerca San Valentín, día de los Enamorados (eso pone el calendario). Y no sé por qué, pero me hace reflexionar sobre muchas cosas. Me ha dado por volver al pasado para hacer una especie de resumen sobre todo lo que ha pasado en este día durante años anteriores.

Digamos que tengo conciencia de este día desde que estaba en el instituto, supongo que porque tienes las hormonas inestables y te gustan los chicos. Esperas algo, aunque no sabes exactamente el qué, pero tienes la sensación de que algo bonito puede sucedes ese día. Pero ves que el dia avanza y tú sigues como si fuese un día más del año. Lo malo es que esto ocurre año tras año.

Es cierto que tengo pareja (llamémoslo así). Pero..., por más que hago memoria, no recuerdo haber sido su enamorada, aunque él no puede decir lo mismo.

El primer año, si mi memoria no me falla, me lo curré bastante. Me compré unas lentillas grises para hacer más claros mis ojos y cambiar un poco de aspecto, le hice una bonita tarjeta en la que le proponía ser mi San Valentín, y le entregué una carta en nombre de “Delegación de Fiestas y Demás Celebraciones” en la que ponía que había sido agraciado con un estupendo regalo, que se le entregaría a las diez de la noche, y venia hasta con el vale con sello de autenticidad. Todo muy bien presentado. Obviamente, él no sabía nada de nada, hasta que comprobó que me lo llevaba de cena (él pensaba que cenaríamos con gwiyath en su piso de CR). Y todo fue estupendo.

El segundo año, me costó bastante más: fue una auténtica contrarreloj para hacer el regalo más creativo. Seleccioné las que consideraba en ese momento, las canciones más románticas para mí, las localicé como pude (tenía hasta canciones reservas a las que tuve que echar mano porque no encontraba a las primeras), hice un CD, me las apañé para hacer un libretillo para la caja del CD con el Word (el cual incluía, además de las letras de las canciones, fotos de nosotros dos, dedicatorias, etc.), pruebas, esquemas, bocetos, .... Compré una caja, le metí el CD, y lo rellené con muchas chuches. Y para terminar, como no encontraba el lazo perfecto, a la caja le improvisé uno hecho con globitos pequeños de colores. Fue un exitazo, sobre todo al saber que el CD va rodando por ahí.... Vamos, que no sabe ni dónde está.

Se supone que éste es el tercer año, y francamente, me cansé de romperme la cabeza para nada. Sé que a él le hicieron ilusión lo que le regalé, pero a mí también me podría haber hecho un poco más feliz en ese día con algún detallito. Vamos, digo yo....

Todo lo que veo al mi alrededor, que no es poco me hace pensar en ese día. Y ya no es sólo eso. Mirando atrás, y viendo a las parejitas con las que me voy cruzando (también hay que decir que yo tengo pareja algo así como 2 veces al mes durante unas horas), sobre todo las jovencitas, me doy cuenta que hay muchas situaciones que me hubiese gustado vivir y sentir, y que no las he vivido ni sentido. Lo peor es que me da que no las tendré jamás. Son tonterías, pero que en el fondo no es que sea un mundo para mí, pero es como si me hubiese perdido una etapa en la vida.

Cuántas veces he soñado que mi chico viniese a buscarme cuando me bajaba del autobús ó del AVE: estaría allí, esperando que yo bajase para darme un beso ó un abrazo. Así podría presumir frente a mis compañeras. O que me recogiese al instituto ó a la facultad. Hubiese sido un puntazo, no que siempre era yo la que veía cómo los novios/as de mis compañeros eran los que recogían a sus parejas.

Me hubiese gustado que me hubiesen regalado una flor, no tenía por qué ser una rosa ó un ramo de floristería, sino que hasta la más simple flor del campo hubiese bastado. La pena es que las únicas flores que me han regalado han sido en la empresa, y salvo este año que salió de mis excompañeros de trabajo, el resto de las veces me las regalaba yo solita puesto que yo me encargaba de ello.

Los regalos son bonitos, pero cualquier detalle basta para que una persona sepa que se acuerdan de ella. Sí, puede que sea algo materialista, pero también me encanta hasta los más simples gestos de cariño.

Bueno, y que me sorprendan con cualquier cosa, eso es lo más. Cuanto más elaborada sea la sorpresa, seguro que me gusta más.

En fín, que aún me queda alguna esperanza de que me sorprendan, pero... en el fondo sigo teniendo mis dudas. Ya queda menos para descubrir si realmente merece la pena, para mí, celebrar ese día. De momento me conformaría con que no me tratase como a una niña, porque creo que tiene complejo de padre, siempre me está poniendo imposiciones como que beba más agua, que me abrigue, que descanse.... Son cosas que ya tengo asumidas y que no me apetece para nada que me las estén recordando, ¿o acaso a él le gustaría que yo le estuviera recordando que tiene que dejar de fumar? La bronca sería de campeonato...

Lo dicho, esperaremos a ver qué es lo que pasa.....