Días de locura
A petición de mi querido Petrus, voy a dedicar unos minutos a este blog. Es cierto que lo tengo un poco abandonado, pero la verdad es que he tenido unos días de locura. Este fín de semana he estado todo el tiempo en mi campo, intentando que sea algo este verano. Y al menos he podido salir un ratito por ahí, con nuestra adorable Gwiyath para más tarde enlazar con Marius y Dar88. Las dos tuvimos un fín de sábado algo estresado por cierta conversación mantenida con "amistades" comunes (casi familiares mías).
El resto de la semana, la verdad que también ha sido movidita. El lunes salí a hacer unas compras, algunas de ellas para un cumpleaños que tuve el martes. También estuve con mi madre, que también tenía que hacer más compras.
El martes, más de lo mismo: más compras (entre las cuales destaco un simpático tanguilla de Donald en color lila, chulísimo) y por supuesto, ir al cumpleaños, tarea que me llevó algo así como hora y media escasa...
Ayer miercoles, tuve peluquería, pero como todos sabemos, nunca sales a la hora que planeas, vamos que hasta las siete de la tarde no salí. Fuí a llenar el depósito del coche, estuve haciendo más compras, esta vez en el mercadona, y poco más tarde, acabé con el coche de mi padre por Puertollano (tuve que ir a por el coche porque mi padre tenía que coger un furgon de la empresa...).
Hoy es jueves. La mañana es bastante aburrida puesto que como el profesor acabó el temario antes de tiempo, pues tengo una hora tonta sin hacer nada ya que no me he traido para estudiar. Mis amigas se han enterado de mi verdadera edad y creo que se han asustado: creían que tenía 25, y me han dicho que me conservo muy bien. Yo les he dicho que son los baños en parafina, jejeje.
También tengo que decir que hoy son la cervezada y las migas de mi facultad, pero no voy a ir por menesteres más importantes: a las cuatro y media cojo el coche para ir a ver a mi muñequito: le voy a dar una sorpresa puesto que me espera mañana y no hoy. Ayer me llamó porque nos ha apuntado a una ruta de senderismo: no sé si aguantaré los 20 kilómetros que me ha dicho, de modo que si no doy señales de vida es que me he muerto ó estoy fuera de combate...
Pues nada más que contar, que no es poco. Creo que sigo afectada por el sindrome primaveral, aunque ya son menores los síntomas. Ya os contaré mi odisea por Almadén y mi excursión (de la cual aún no sé si llevaré botas camperas ó deportivas).
Lo dicho, muchos besitos a todos y nos vemos la semana que viene.
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